PLUTARCO ELÍAS CALLES
El gobierno de Obregón buscó la estabilidad política, se crearon instituciones donde destaca la SEP, mejorar la relación con Estados Unidos con los tratados de Bucareli y el movimiento encabezado por Huerta en contra de la sucesión presidencial de Calles, después de la derrota de dicha rebelión huertista, las elecciones presidenciales serian llevadas a cabo donde sería Plutarco Elías Calles quien ocuparía el cargo presidencial, los sonorense continuarán en el poder.
Plutarco Elías Calles fue un militar y político sonorense. Nació en el puerto de Guaymas, Sonora el 25 de Septiembre de 1877.Desde 1901 ingresó a las actividades políticas en el Club Verde, grupo opositor al gobernador sonorense Rafael Izabal; ahí conoció a Manuel M. Diéguez y a Esteban Baca Calderón. Al triunfo del levantamiento maderista, fue derrotado por Adolfo de la Huerta como candidato a diputado por el distrito de Guaymas, pero el nuevo gobernador de Sonora, José María Maytorena, lo designó comisario de Policía de Agua Prieta. En 1912 lucha contra la rebelión de Pascual Orozco, y al año siguiente, 1913, se enfrenta al régimen de Victoriano Huerta al lado de Álvaro Obregón. Obtiene el grado de coronel y se le nombra comandante militar de Hermosillo.
Debido a los servicios prestados en campaña y militares y su fidelidad a la causa revolucionaria, el primer jefe del ejército constitucionalista; Venustiano Carranza, le confirió el nombramiento de Jefe de la Zona Militar del Noroeste.
El 4 de Agosto de 1915 se le nombra gobernador interino y comandante militar de Sonora, su programa de gobierno contenía una serie de disposiciones de carácter político, económico y social tendiente a mejorar las condiciones de las clases populares y a organizarlas de acuerdo con las orientaciones señaladas dentro de la revolución constitucionalista. Durante su administración suprimió las jefaturas políticas; depuró el aparato de justicia; integró una comisión agraria mixta; prohibió las operaciones con pacto de retroventa, para evitar que los latifundistas siguieran despojando de sus tierras a los pueblos; creó la Dirección General de Catastro; fijó el salario mínimo; derogó las exenciones de impuestos; fundó escuelas nocturnas para adultos, bibliotecas, la normal para maestros y una escuela para los huérfanos de la revolución; obligó a los dueños de haciendas y centros de trabajo a sostener escuelas primarias en donde hubiera más de veinte niños; decretó la ley seca contra el alcoholismo; prohibió los juegos de azar; legalizó el divorcio y expulsó a los sacerdotes católicos.
Electo gobernador de Sonora en junio de 1917, promulgó una nueva Constitución para el estado, inició el reparto de tierras, fijó contribuciones a los terratenientes nacionales y extranjeros; también formuló una ley de Trabajo para hacer efectiva la jornada de ocho horas y el salario mínimo. Asimismo, promovió sin éxito una iglesia mexicana para competir con la católica a través del presbítero Ernesto O. Llano. Dos años después fue llamado por el presidente Carranza para que se integrara al gabinete como secretario de Industria y Comercio. En este puesto enfrentó la resistencia de los industriales para permitir la sindicalización, se opuso a la contratación individual y apoyó la huelga de los trabajadores de la región de Orizaba.
Después de realizar una constructiva labor al frente del estado de Sonora, es llamado por Carranza para ocupar el puesto de Secretario de Industria y Comercio en su gabinete presidencial, sin embargo en 1919, el presidente Carranza declaró de propiedad nacional las aguas del río Sonora, provocando descontento entre la población sonorenses.
Calles renunció a su cargo en el gabinete de Carranza para participar en la campaña de Álvaro Obregón, volvió a Sonora y junto con el gobernador Adolfo de la Huerta proclamó el Plan de Agua Prieta, desconociendo el Gobierno del Centro, conforme al Plan de Agua Prieta, calles fue declarado jefe de las fuerzas del norte, Adolfo de la Huerta llegó a la presidencia provisional en junio y posteriormente entregó el poder a Obregón. Calles se incorporó a la campaña de gobierno de Álvaro Obregón y fue parte de su gabinete presidencial.
En agosto de 1923 Calles empieza su campaña presidencial. La postulación de Calles no fue del agrado del clero y distribuyó volantes en los que resaltaba sus raíces árabes y su comportamiento peor que el de los soviéticos. Además pedían a Obregón no le diera su apoyo La candidatura de Calles también generó la inconformidad de otro sonorense, Adolfo de la Huerta, quien en octubre aceptó la candidatura del Partido Nacional Cooperativista, pero en los primeros días del mes de diciembre de 1923, inició la llamada revolución huertista que arrastró a buena parte del ejército nacional. Calles abandonó su campaña electoral y regresó a las tareas militares para combatir, junto con Obregón, la rebelión huertista.
Vencida ésta con el apoyo de Estados Unidos y de grupos campesinos y obreros, Calles encontró despejado el camino a la presidencia. Reanudó su campaña presidencial en Cuautla, Morelos, el 10 de abril de 1924, donde rindió homenaje a Zapata y se comprometió con las causas de los campesinos; en la capital del país hizo por primera vez en México campaña por radio desde la CYL, propiedad de los hermanos Azcárraga; y en Zacatecas asistió a la convención del Partido Laborista de Zacatecas y de la Confederación Ferrocarrilera para ratificar su compromiso con la clase obrera.
Ya sin opositores importantes, su discurso fue más radical a favor de los trabajadores, de los campesinos como cooperadores libres del capital y más anticlerical. Continuó su gira por varias ciudades hasta el 6 de julio cuando votó en la ciudad de Mérida.
GOBIERNO DE CALLES
El gobierno de Obregón buscó la estabilidad política, se crearon instituciones donde destaca la SEP, mejorar la relación con Estados Unidos con los tratados de Bucareli y el movimiento encabezado por Huerta en contra de la sucesión presidencial de Calles, después de la derrota de dicha rebelión huertista, las elecciones presidenciales serian llevadas a cabo donde sería Plutarco Elías Calles quien ocuparía el cargo presidencial, los sonorense continuarán en el poder.
Plutarco Elías Calles fue un militar y político sonorense. Nació en el puerto de Guaymas, Sonora el 25 de Septiembre de 1877.Desde 1901 ingresó a las actividades políticas en el Club Verde, grupo opositor al gobernador sonorense Rafael Izabal; ahí conoció a Manuel M. Diéguez y a Esteban Baca Calderón. Al triunfo del levantamiento maderista, fue derrotado por Adolfo de la Huerta como candidato a diputado por el distrito de Guaymas, pero el nuevo gobernador de Sonora, José María Maytorena, lo designó comisario de Policía de Agua Prieta. En 1912 lucha contra la rebelión de Pascual Orozco, y al año siguiente, 1913, se enfrenta al régimen de Victoriano Huerta al lado de Álvaro Obregón. Obtiene el grado de coronel y se le nombra comandante militar de Hermosillo.
Debido a los servicios prestados en campaña y militares y su fidelidad a la causa revolucionaria, el primer jefe del ejército constitucionalista; Venustiano Carranza, le confirió el nombramiento de Jefe de la Zona Militar del Noroeste.
El 4 de Agosto de 1915 se le nombra gobernador interino y comandante militar de Sonora, su programa de gobierno contenía una serie de disposiciones de carácter político, económico y social tendiente a mejorar las condiciones de las clases populares y a organizarlas de acuerdo con las orientaciones señaladas dentro de la revolución constitucionalista. Durante su administración suprimió las jefaturas políticas; depuró el aparato de justicia; integró una comisión agraria mixta; prohibió las operaciones con pacto de retroventa, para evitar que los latifundistas siguieran despojando de sus tierras a los pueblos; creó la Dirección General de Catastro; fijó el salario mínimo; derogó las exenciones de impuestos; fundó escuelas nocturnas para adultos, bibliotecas, la normal para maestros y una escuela para los huérfanos de la revolución; obligó a los dueños de haciendas y centros de trabajo a sostener escuelas primarias en donde hubiera más de veinte niños; decretó la ley seca contra el alcoholismo; prohibió los juegos de azar; legalizó el divorcio y expulsó a los sacerdotes católicos.
Electo gobernador de Sonora en junio de 1917, promulgó una nueva Constitución para el estado, inició el reparto de tierras, fijó contribuciones a los terratenientes nacionales y extranjeros; también formuló una ley de Trabajo para hacer efectiva la jornada de ocho horas y el salario mínimo. Asimismo, promovió sin éxito una iglesia mexicana para competir con la católica a través del presbítero Ernesto O. Llano. Dos años después fue llamado por el presidente Carranza para que se integrara al gabinete como secretario de Industria y Comercio. En este puesto enfrentó la resistencia de los industriales para permitir la sindicalización, se opuso a la contratación individual y apoyó la huelga de los trabajadores de la región de Orizaba.
Después de realizar una constructiva labor al frente del estado de Sonora, es llamado por Carranza para ocupar el puesto de Secretario de Industria y Comercio en su gabinete presidencial, sin embargo en 1919, el presidente Carranza declaró de propiedad nacional las aguas del río Sonora, provocando descontento entre la población sonorenses.
Calles renunció a su cargo en el gabinete de Carranza para participar en la campaña de Álvaro Obregón, volvió a Sonora y junto con el gobernador Adolfo de la Huerta proclamó el Plan de Agua Prieta, desconociendo el Gobierno del Centro, conforme al Plan de Agua Prieta, calles fue declarado jefe de las fuerzas del norte, Adolfo de la Huerta llegó a la presidencia provisional en junio y posteriormente entregó el poder a Obregón. Calles se incorporó a la campaña de gobierno de Álvaro Obregón y fue parte de su gabinete presidencial.
En agosto de 1923 Calles empieza su campaña presidencial. La postulación de Calles no fue del agrado del clero y distribuyó volantes en los que resaltaba sus raíces árabes y su comportamiento peor que el de los soviéticos. Además pedían a Obregón no le diera su apoyo La candidatura de Calles también generó la inconformidad de otro sonorense, Adolfo de la Huerta, quien en octubre aceptó la candidatura del Partido Nacional Cooperativista, pero en los primeros días del mes de diciembre de 1923, inició la llamada revolución huertista que arrastró a buena parte del ejército nacional. Calles abandonó su campaña electoral y regresó a las tareas militares para combatir, junto con Obregón, la rebelión huertista.
Vencida ésta con el apoyo de Estados Unidos y de grupos campesinos y obreros, Calles encontró despejado el camino a la presidencia. Reanudó su campaña presidencial en Cuautla, Morelos, el 10 de abril de 1924, donde rindió homenaje a Zapata y se comprometió con las causas de los campesinos; en la capital del país hizo por primera vez en México campaña por radio desde la CYL, propiedad de los hermanos Azcárraga; y en Zacatecas asistió a la convención del Partido Laborista de Zacatecas y de la Confederación Ferrocarrilera para ratificar su compromiso con la clase obrera.
Ya sin opositores importantes, su discurso fue más radical a favor de los trabajadores, de los campesinos como cooperadores libres del capital y más anticlerical. Continuó su gira por varias ciudades hasta el 6 de julio cuando votó en la ciudad de Mérida.
GOBIERNO DE CALLES
Calles ganó sin irregularidades graves por una amplia mayoría de 1,340,634 votos al otro candidato, el general Ángel Flores, ex gobernador de Sinaloa, que fue apoyado por la Liga Política Nacional y el Sindicato Nacional de Agricultores, integrados por revolucionarios desplazados y grupos de la oligarquía católica terrateniente y comercial, quien sólo tuvo 252,599 votos.
Mientras que la política del gobierno de Obregón estuvo orientada hacia la consolidación política del nuevo régimen, Calles logró concentrarse en la reconstrucción económica. El gobierno de Calles concentró principalmente en la reconstrucción de la economía y también tuvo como objetivo eliminar el caudillismo mediante la institucionalización del poder político.
Su programa de gobierno contenía los siguientes postulados:
1. Cumplir el artículo 27 de la Constitución y procurar la resolución del problema agrario.
2. Procurar la inmediata y justa reglamentación del artículo 123 para conseguir que todos los trabajadores tuvieran toda la protección legal que gozaban en los países industriales.
3. Continuar el programa educativo y cultural de las masas.
4. Procurar el desarrollo gremial de las clases medias y sub-medias.
5. Lograr un amplio sistema de comunicaciones y procurar el intercambio comercial.
Su gabinete presidencial estuvo constituido por: Lic. Aarón Sáenz (Secretario de Relaciones Exteriores); Lic. Romeo Ortega (Subsecretario de Gobernación); Luis N. Morones (Secretario de Industria y Comercio); Ing. Luis León (Secretario de Agricultura y Fomento); Dr. José Manuel Puig Casauranc (Secretario de Educación Pública); Gral. Joaquín Amaro (Secretario de Guerra y Marina), e Ing. Alberto J. Pani (Secretario de Hacienda).
El plan de gobierno de calles contempló la creación de instituciones y programas, en lo social el mejoramiento de programas educativos y culturales:
●Escuelas de agronomía, que buscaban la ampliación de la educación rural iniciada por Vasconcelos.
El desarrollo de la infraestructura con:
●La Comisión Nacional de Caminos: encargada de sustituir los caminos coloniales por carreteras más modernas.
Y la reorganización del sistema bancario con la creación de:
● Banco de México: permitió la estabilidad financiera que faltaba en el país.
Mientras que la política del gobierno de Obregón estuvo orientada hacia la consolidación política del nuevo régimen, Calles logró concentrarse en la reconstrucción económica. El gobierno de Calles concentró principalmente en la reconstrucción de la economía y también tuvo como objetivo eliminar el caudillismo mediante la institucionalización del poder político.
Su programa de gobierno contenía los siguientes postulados:
1. Cumplir el artículo 27 de la Constitución y procurar la resolución del problema agrario.
2. Procurar la inmediata y justa reglamentación del artículo 123 para conseguir que todos los trabajadores tuvieran toda la protección legal que gozaban en los países industriales.
3. Continuar el programa educativo y cultural de las masas.
4. Procurar el desarrollo gremial de las clases medias y sub-medias.
5. Lograr un amplio sistema de comunicaciones y procurar el intercambio comercial.
Su gabinete presidencial estuvo constituido por: Lic. Aarón Sáenz (Secretario de Relaciones Exteriores); Lic. Romeo Ortega (Subsecretario de Gobernación); Luis N. Morones (Secretario de Industria y Comercio); Ing. Luis León (Secretario de Agricultura y Fomento); Dr. José Manuel Puig Casauranc (Secretario de Educación Pública); Gral. Joaquín Amaro (Secretario de Guerra y Marina), e Ing. Alberto J. Pani (Secretario de Hacienda).
El plan de gobierno de calles contempló la creación de instituciones y programas, en lo social el mejoramiento de programas educativos y culturales:
●Escuelas de agronomía, que buscaban la ampliación de la educación rural iniciada por Vasconcelos.
El desarrollo de la infraestructura con:
●La Comisión Nacional de Caminos: encargada de sustituir los caminos coloniales por carreteras más modernas.
Y la reorganización del sistema bancario con la creación de:
● Banco de México: permitió la estabilidad financiera que faltaba en el país.
REORGANIZACIÓN MILITAR.
La reorganización del Ejército Mexicano fue emprendida por el gobierno callista llevando a la práctica un vasto plan tendiente a convertir a los soldados, oficiales y jefes revolucionarios en elementos conscientes de sus obligaciones y conocedores de la técnica profesional militar.
Para lograr esto se fundó la Comisión Técnica, delineando su programa de acción como Cuerpo Consultivo que a la vez se dedicó al estudio y reforma de las Leyes y Reglamentos Militares. Al reformarse la legislación militar se promulgaron el 15 de marzo de 1926 cuatro leyes básicas para la reorganización del Ejército, y que fueron:
● Ley de Disciplina
● Ley de Ascensos y Recompensas
● Ley de Pensiones del Ejército y Armada Nacionales
● Ley Orgánica del Ejército y la Marina.
La reorganización del Ejército Mexicano fue emprendida por el gobierno callista llevando a la práctica un vasto plan tendiente a convertir a los soldados, oficiales y jefes revolucionarios en elementos conscientes de sus obligaciones y conocedores de la técnica profesional militar.
Para lograr esto se fundó la Comisión Técnica, delineando su programa de acción como Cuerpo Consultivo que a la vez se dedicó al estudio y reforma de las Leyes y Reglamentos Militares. Al reformarse la legislación militar se promulgaron el 15 de marzo de 1926 cuatro leyes básicas para la reorganización del Ejército, y que fueron:
● Ley de Disciplina
● Ley de Ascensos y Recompensas
● Ley de Pensiones del Ejército y Armada Nacionales
● Ley Orgánica del Ejército y la Marina.
Se dio un gran impulso a la educación militar, modernizando el Colegio Militar con el fin de mejorar la formación de los militares, esta reorganización en el sector militar se llevó acabo en manos del General Joaquín Amaro, llevando a cabo las siguientes medidas:
●Desarrollo y capacitación técnica y profesional al personal militar.
● Creación del colegio militar de Popotla y la reestructuración de escuelas militares existentes.
●Reducción del ejército, dando de baja a aquellos militares que no contaban con las habilidades necesarias.
Prosiguiendo con el plan de obras materiales para el mejor funcionamiento del Ejército, se repararon y acondicionaron cuarteles en toda la República, se construyeron gimnasios y campos de concentración militar en toda la República. Los sistemas de enseñanza fueron mejorados, se intensificó el trabajo en las Escuelas de Tropa y en las Academias para Jefes y Oficiales, se fundó el semanario de doctrina "La Patria" para divulgar la ideología de la Revolución y las enseñanzas científica y literaria." El Colegio Militar en Popotla, que se había clausurado por deficiencias en su funcionamiento se reabrió a fines de 1926.
CONFLICTOS DURANTE EL GOBIERNO DE CALLES.
Conflicto estadounidense.
●Desarrollo y capacitación técnica y profesional al personal militar.
● Creación del colegio militar de Popotla y la reestructuración de escuelas militares existentes.
●Reducción del ejército, dando de baja a aquellos militares que no contaban con las habilidades necesarias.
Prosiguiendo con el plan de obras materiales para el mejor funcionamiento del Ejército, se repararon y acondicionaron cuarteles en toda la República, se construyeron gimnasios y campos de concentración militar en toda la República. Los sistemas de enseñanza fueron mejorados, se intensificó el trabajo en las Escuelas de Tropa y en las Academias para Jefes y Oficiales, se fundó el semanario de doctrina "La Patria" para divulgar la ideología de la Revolución y las enseñanzas científica y literaria." El Colegio Militar en Popotla, que se había clausurado por deficiencias en su funcionamiento se reabrió a fines de 1926.
CONFLICTOS DURANTE EL GOBIERNO DE CALLES.
Conflicto estadounidense.
Desde el 13 de junio de 1925 hasta el 30 de septiembre de 1927, las relaciones diplomáticas entre México y los Estados Unidos pasaron por momentos de gravedad extrema, tanto que se temió la ruptura de la relación entre los dos países.
Calles pretendía impulsar el desarrollo económico del país, esto implicaba un mayor control de la nación sobre las riquezas del subsuelo, los debates llevado a cabo en 1925 en el Congreso Mexicano acerca de la legislación con base en el artículo 27, según esta la industria petrolera estaba obligada a hacer confirmar su propiedad por el gobierno mexicano, y posteriormente se le otorga una concesión de 50 años sobre los campos adquiridos antes de 1917 en los que se hubieran llevado a cabo “actos positivos” para la explotación del petróleo. En opinión de las empresas petroleras la ley era inaceptable, por lo que despertaron protestas por parte de las empresas petroleras, sino que asimismo enfrentaron la resistencia y crítica del embajador estadounidense, James R. Sheffield.
El embajador llamó a Calles comunista, y el secretario de Estado Frank Billings Kellogg emitió una amenaza contra México el 12 de junio de 1925. Calles nunca se consideró asimismo como comunista, pero consideraba la revolución como una forma de gobernar más que una posición ideológica.
La opinión pública en los Estados Unidos se tornó en contra de la política mexicana cuando la primera embajada de la Unión Soviética, nunca antes establecida, se instauró en México; ocasión en la que el embajador de dicha dependencia señaló que "ningún país muestra más similitudes que la Unión Soviética y México". Después de esto, algunos miembros del gobierno de Estados Unidos, comenzando por Sheffield, consideraron que México era el segundo país bolchevique en la Tierra; y comenzaron a referirse a él como "México Soviético".
Calles pretendía impulsar el desarrollo económico del país, esto implicaba un mayor control de la nación sobre las riquezas del subsuelo, los debates llevado a cabo en 1925 en el Congreso Mexicano acerca de la legislación con base en el artículo 27, según esta la industria petrolera estaba obligada a hacer confirmar su propiedad por el gobierno mexicano, y posteriormente se le otorga una concesión de 50 años sobre los campos adquiridos antes de 1917 en los que se hubieran llevado a cabo “actos positivos” para la explotación del petróleo. En opinión de las empresas petroleras la ley era inaceptable, por lo que despertaron protestas por parte de las empresas petroleras, sino que asimismo enfrentaron la resistencia y crítica del embajador estadounidense, James R. Sheffield.
El embajador llamó a Calles comunista, y el secretario de Estado Frank Billings Kellogg emitió una amenaza contra México el 12 de junio de 1925. Calles nunca se consideró asimismo como comunista, pero consideraba la revolución como una forma de gobernar más que una posición ideológica.
La opinión pública en los Estados Unidos se tornó en contra de la política mexicana cuando la primera embajada de la Unión Soviética, nunca antes establecida, se instauró en México; ocasión en la que el embajador de dicha dependencia señaló que "ningún país muestra más similitudes que la Unión Soviética y México". Después de esto, algunos miembros del gobierno de Estados Unidos, comenzando por Sheffield, consideraron que México era el segundo país bolchevique en la Tierra; y comenzaron a referirse a él como "México Soviético".
La consecuencia fue un grave conflicto entre las empresas y el gobierno mexicano, el gobierno reaccionó con una mezcla de concesiones parciales y la amenaza de recurrir a la fuerza militar para imponer las disposiciones legales. La actitud de estas compañías estuvo fuertemente influida por la política de Estados Unidos frente a México. Desde mediados de 1925 hasta mediados de 1927, tanto en la embajada estadounidense en México como en el Departamento de Estado dominaban cada vez más las fuerzas que abogaban, de ser necesario incluso en forma de una intervención militar.
Pese a la insistencia en su posición jurídica fundamental frente a las compañías petroleras, el gobierno de Calles estaba dispuesto, por ejemplo, a renunciar a la aplicación rígida de la ley en el conflicto del petróleo. Disponía asimismo de importantes contactos informales con las empresas petroleras a través de funcionarios gubernamentales considerados como conservadores, además el gobierno no estaba precisamente en contra de las inversiones estadounidenses, también se hizo evidente con la implantación de ventajosas condiciones de inversión para animar a empresas industriales estadounidenses.
La sustitución del embajador Sheffield, estrechamente ligado a las empresas petroleras, por el banquero Dwight W. Morrow, socio de la casa bancaria J.P. Morgan, demostró el nuevo rumbo emprendido por la política de Estados Unidos frente a México. Al poco tiempo de asumir su cargo ya disponía de excelentes contactos con el presidente Calles y otros miembros del gobierno.
También el gobierno mexicano estaba interesado en hallar una rápida solución de la crisis en sus relaciones con estados unidos, en vista del aumento de sus problemas internos en relación con la expansión del levantamiento cristero y las crecientes dificultades económicas a consecuencia de la disminución en los impuestos del petróleo.
La superación de la aguda crisis entre las dos naciones, requirió, en primer lugar, de una solución al conflicto petrolero. Calles respondió a las sugerencias de Morrow con la rápida reforma de la Ley del Petróleo de 1925, aboliendo sobre todo las “concesiones confirmatorias” y reconociendo así por parte del estado mexicano los derechos de propiedad de las compañías petroleras sobre los campos adquiridos antes de 1917.De hecho se volvió de esta manera a la situación acordada en 1923 con las conferencias de Bucareli.
Morrow también desempeñó un papel importante en la solución del conflicto. El interés del embajador en la estabilización política duradera de México se mostró en el apoyo que brindó a Calles.
Levantamiento militares de Gómez y Serrano.
Pese a la insistencia en su posición jurídica fundamental frente a las compañías petroleras, el gobierno de Calles estaba dispuesto, por ejemplo, a renunciar a la aplicación rígida de la ley en el conflicto del petróleo. Disponía asimismo de importantes contactos informales con las empresas petroleras a través de funcionarios gubernamentales considerados como conservadores, además el gobierno no estaba precisamente en contra de las inversiones estadounidenses, también se hizo evidente con la implantación de ventajosas condiciones de inversión para animar a empresas industriales estadounidenses.
La sustitución del embajador Sheffield, estrechamente ligado a las empresas petroleras, por el banquero Dwight W. Morrow, socio de la casa bancaria J.P. Morgan, demostró el nuevo rumbo emprendido por la política de Estados Unidos frente a México. Al poco tiempo de asumir su cargo ya disponía de excelentes contactos con el presidente Calles y otros miembros del gobierno.
También el gobierno mexicano estaba interesado en hallar una rápida solución de la crisis en sus relaciones con estados unidos, en vista del aumento de sus problemas internos en relación con la expansión del levantamiento cristero y las crecientes dificultades económicas a consecuencia de la disminución en los impuestos del petróleo.
La superación de la aguda crisis entre las dos naciones, requirió, en primer lugar, de una solución al conflicto petrolero. Calles respondió a las sugerencias de Morrow con la rápida reforma de la Ley del Petróleo de 1925, aboliendo sobre todo las “concesiones confirmatorias” y reconociendo así por parte del estado mexicano los derechos de propiedad de las compañías petroleras sobre los campos adquiridos antes de 1917.De hecho se volvió de esta manera a la situación acordada en 1923 con las conferencias de Bucareli.
Morrow también desempeñó un papel importante en la solución del conflicto. El interés del embajador en la estabilización política duradera de México se mostró en el apoyo que brindó a Calles.
Levantamiento militares de Gómez y Serrano.
Con el acercamiento al fin del periodo presidencial de Calles, se promovieron las candidaturas de los generales Arnulfo R. Gómez y Francisco Serrano, además de Álvaro Obregón quien decidió postularse para un segundo periodo presidencial.
Ante esto en 1927, Calles aceptó que el congreso modificará la constitución con el fin de que se permitiera la reelección siempre y cuando esta no fuera consecutiva. Este hecho provocó protestas las cuales fueron detenidas mediante la violencia, además de la molestia de los generales postulados a la presidencia, dando inicio a una conspiración contra Obregón y Calles.
Durante 1927, los generales Gómez y Serrano hicieron una alianza con el general Eugenio Martínez, el 1 de Octubre de 1927, realizaron un acto militar en la Zona de Balbuena, a los que fueron invitados Obregón, Calles y Joaquín Amaro, en este evento se buscaba lograr su aprehensión y dar un golpe de estado, sin embargo no asistieron ya que la conspiración fue descubierta.
Serrano fue detenido en Cuernavaca, junto con su grupo político, entre ellos tres generales, y fusilado sin juicio previo por órdenes de Calles, con todos sus compañeros en la noche del 3 al 4 de octubre de 1927. Dando inicio a una nueva revuelta militar iniciada por Gómez, quien resultaría prisionero y posteriormente fusilado, las represalias del gobierno de Calles no se limitaron tan solo a los seguidores de Gómez y Serrano, si no que se ordenó el fusilamiento sin juicio de 25 generales y 150 personas más.
El 3 de octubre fueron destituidos 23 diputados que habían protestado contra la modificación de la constitución en torno a la reelección. Después de estos actos ya no hubo más candidatos que tuvieran la más mínima oportunidad de resultar electos, de esta manera el General Álvaro Obregón logró reelegirse como presidente.
Estos actos revelan una característica fundamental del sistema político mexicano: la ausencia de una verdadera democracia y prácticas políticas implantadas por los grupos en el poder. Un sistema donde aquellos candidatos electorales independientes no contaban con verdaderas oportunidades sin el apoyo de los grupos en el poder.
FIN DEL CAUDILLISMO.
Al fin del periodo de Gobierno de Calles, es declarado candidato a la presidencia Álvaro Obregón, la situación nacional se alteró nuevamente con su muerte el 17 de Julio de 1928 en la Bombilla durante un banquete dado en su honor a manos de José de León Toral, un fanático religioso que veía en Obregón al máximo exponente de la política anticlerical del gobierno su muerte causando una crisis en el grupo político gobernante.
El asesinato del Caudillo nacional implicaba la desaparición del único principio de unidad y estabilidad conocido en la tradición política mexicana hasta ese momento. Mientras tanto se había difundido seriamente la opinión de que Morones como Calles habían estado involucrados en el asesinato. La mayor parte del ejército federal era obregonista y se hablaba de un posible levantamiento armado.
Pero más allá del enojo del grupo obregonista quedó dividido, su nexo de unión fundamental lo había constituido la perspectiva común de tomar parte en el Gobierno de Obregón a lo cual los diversos grupos obregonistas tomaron diferentes posturas con el deseo de adelantar sus intereses específicos y fundamentalmente personales en la nueva y compleja situación.
Calles consiguió superar la crisis política desencadenada por la muerte de Obregón, convocando a los principales jefes militares para decidir quién habría de ocupar provisionalmente la presidencia, siendo electo el Lic. Emilio Portes Gil, un candidato que resultó del agrado tanto de los obregonistas como los callistas.
Así, en su último informe de 1º de septiembre de 1928 ante el Congreso, Calles señaló "la necesidad que creemos definitiva y categórica de pasar de un sistema más o menos velado, de gobiernos de caudillos a un más franco régimen de instituciones, me han decidido a declarar solemnemente...que nunca y que por ninguna consideración y en ninguna circunstancia volverá el actual Presidente de la República a ocupar esta
posición... la Revolución Mexicana... para no apartarse de estos derroteros... necesita de energía siempre nueva, que mantenga su vigor y las características más destacadas del movimiento renovador y del concurso variado y entusiasta del mayor número posible de ciudadanos que puedan escalar puestos de elección popular por sus dotes y merecimientos ante la opinión de las mayorías..."
Así muerte de Álvaro Obregón daría fin al caudillismo político como forma de gobierno, para dar paso a la centralización del poder. A pesar del fin del periodo Presidencial de Calles, comienza un periodo donde el poder estaría controlado indirectamente por él. El dominio de los caudillos había terminado para dar comienzo a un dominio de las instituciones y las leyes y caracterizada por el ascenso de Calles a líder indiscutible de la política mexicana, a Jefe Máximo de la Revolución, comienza el Maximato.
Ante esto en 1927, Calles aceptó que el congreso modificará la constitución con el fin de que se permitiera la reelección siempre y cuando esta no fuera consecutiva. Este hecho provocó protestas las cuales fueron detenidas mediante la violencia, además de la molestia de los generales postulados a la presidencia, dando inicio a una conspiración contra Obregón y Calles.
Durante 1927, los generales Gómez y Serrano hicieron una alianza con el general Eugenio Martínez, el 1 de Octubre de 1927, realizaron un acto militar en la Zona de Balbuena, a los que fueron invitados Obregón, Calles y Joaquín Amaro, en este evento se buscaba lograr su aprehensión y dar un golpe de estado, sin embargo no asistieron ya que la conspiración fue descubierta.
Serrano fue detenido en Cuernavaca, junto con su grupo político, entre ellos tres generales, y fusilado sin juicio previo por órdenes de Calles, con todos sus compañeros en la noche del 3 al 4 de octubre de 1927. Dando inicio a una nueva revuelta militar iniciada por Gómez, quien resultaría prisionero y posteriormente fusilado, las represalias del gobierno de Calles no se limitaron tan solo a los seguidores de Gómez y Serrano, si no que se ordenó el fusilamiento sin juicio de 25 generales y 150 personas más.
El 3 de octubre fueron destituidos 23 diputados que habían protestado contra la modificación de la constitución en torno a la reelección. Después de estos actos ya no hubo más candidatos que tuvieran la más mínima oportunidad de resultar electos, de esta manera el General Álvaro Obregón logró reelegirse como presidente.
Estos actos revelan una característica fundamental del sistema político mexicano: la ausencia de una verdadera democracia y prácticas políticas implantadas por los grupos en el poder. Un sistema donde aquellos candidatos electorales independientes no contaban con verdaderas oportunidades sin el apoyo de los grupos en el poder.
FIN DEL CAUDILLISMO.
Al fin del periodo de Gobierno de Calles, es declarado candidato a la presidencia Álvaro Obregón, la situación nacional se alteró nuevamente con su muerte el 17 de Julio de 1928 en la Bombilla durante un banquete dado en su honor a manos de José de León Toral, un fanático religioso que veía en Obregón al máximo exponente de la política anticlerical del gobierno su muerte causando una crisis en el grupo político gobernante.
El asesinato del Caudillo nacional implicaba la desaparición del único principio de unidad y estabilidad conocido en la tradición política mexicana hasta ese momento. Mientras tanto se había difundido seriamente la opinión de que Morones como Calles habían estado involucrados en el asesinato. La mayor parte del ejército federal era obregonista y se hablaba de un posible levantamiento armado.
Pero más allá del enojo del grupo obregonista quedó dividido, su nexo de unión fundamental lo había constituido la perspectiva común de tomar parte en el Gobierno de Obregón a lo cual los diversos grupos obregonistas tomaron diferentes posturas con el deseo de adelantar sus intereses específicos y fundamentalmente personales en la nueva y compleja situación.
Calles consiguió superar la crisis política desencadenada por la muerte de Obregón, convocando a los principales jefes militares para decidir quién habría de ocupar provisionalmente la presidencia, siendo electo el Lic. Emilio Portes Gil, un candidato que resultó del agrado tanto de los obregonistas como los callistas.
Así, en su último informe de 1º de septiembre de 1928 ante el Congreso, Calles señaló "la necesidad que creemos definitiva y categórica de pasar de un sistema más o menos velado, de gobiernos de caudillos a un más franco régimen de instituciones, me han decidido a declarar solemnemente...que nunca y que por ninguna consideración y en ninguna circunstancia volverá el actual Presidente de la República a ocupar esta
posición... la Revolución Mexicana... para no apartarse de estos derroteros... necesita de energía siempre nueva, que mantenga su vigor y las características más destacadas del movimiento renovador y del concurso variado y entusiasta del mayor número posible de ciudadanos que puedan escalar puestos de elección popular por sus dotes y merecimientos ante la opinión de las mayorías..."
Así muerte de Álvaro Obregón daría fin al caudillismo político como forma de gobierno, para dar paso a la centralización del poder. A pesar del fin del periodo Presidencial de Calles, comienza un periodo donde el poder estaría controlado indirectamente por él. El dominio de los caudillos había terminado para dar comienzo a un dominio de las instituciones y las leyes y caracterizada por el ascenso de Calles a líder indiscutible de la política mexicana, a Jefe Máximo de la Revolución, comienza el Maximato.